¿Cómo se generó este espacio de memoria?
La idea nace en 2002 a raíz de un proyecto de unos jóvenes que reunieron todo el material histórico de Neltume para una exposición y llamaron a la comunidad a formar una organización que se hiciera responsable de todo el material recopilado. Llegamos cerca de siete personas y de ahí en adelante tomamos las riendas de la organización y nos conformamos como Centro Cultural Museo y Memoria, con 25 socios inicialmente. Entre ellos había muchos adultos mayores que tenían mucha historia de la localidad. Así fue naciendo una colección de fotografías y relatos otorgados por nuestra gente mayor, que fue un acierto haberlos podido recopilar porque muchos de ellos ya fallecieron o están enfermos.
¿Cuáles han sido sus principales logros como organización?
A través del tiempo nos dimos a conocer y empezamos a realizar la “Ruta de la Memoria”, para conmemorar a quienes fueron asesinados en 1981 en Neltume, del campamento Toqui Lautaro. Esta actividad se convirtió en una tradición y se realiza todos los años durante el primer fin de semana de febrero. Se convoca a nivel nacional y llega mucha gente de distintos lugares como Valparaíso, Santiago e Iquique. Incluso ha venido gente de otros países gracias a Facebook. Con el tiempo vimos la necesidad de abrirnos en otros ámbitos y formamos una biblioteca comunitaria con aportes de los mismos habitantes. Nos ganamos un proyecto del Fondo del Libro con el que compramos libros nuevos y mejoramos la infraestructura de la biblioteca y el museo.
¿En qué se encuentran actualmente?
Logramos un financiamiento a través de un fondo de la Dibam que nos permite abrir el Centro Cultural todos los días del año. Recién estamos empezando a caminar con los nuevos fondos, porque es primera vez que trabajamos a este nivel. La gente sigue viniendo a diario al museo y estamos avanzando con actividades y talleres. En este momento estamos con un taller gratuito de rescate de personajes históricos, donde se reconstruye con técnicas aprendidas en género a los aserraderos en la época del Complejo Forestal y Maderero de Neltume. El taller está enfocado en la dueña de casa, para que pueda conocer la historia y a su vez haga una artesanía que pueda vender y así tener una ganancia para su hogar.
¿Cuáles son sus desafíos y sueños?
Nuestro sueño es consolidarnos con esta casa de memoria, que sea un centro cultural activo para llegar a toda la comunidad con nuestra historia. Hay una desinformación muy grande sobre lo que sucedió aquí en Neltume. Los antiguos callaron por miedo y después no transmitieron esa historia a sus hijos y a sus nietos. Tenemos un lapsus en el cual no se habló de lo que aquí ocurrió, por lo que nuestro mayor desafío es recuperar esa memoria histórica que formó a Neltume, que son las bases de este pueblo: los madereros, los aserraderos de la montaña, el campesinado y los mapuche.